lunes, marzo 07, 2005

90º

Desde la entrada me siento decepcionado. Una entrada única para el nuevo pub y el viejo Tom’s (donde se realizaban, a. de C. (antes de Cromañon) los felices encuentros del famoso Fierro Leather, al que pertenezco y que sigue hasta hoy a la deriva d. de C.). El bar resulta ser un pobre apéndice de Tom’s. Cuadrado, frío, sin ventilación, lleno de humo y olor a cigarrillo. Pedir un ticket para tomar algo requiere de mucha paciencia, hay que hacer una fila de diez o quince personas. La sensación, asfixiante; por lo cual uno termina en el aledaño Tom’s, que si bien desde sus comienzos se caracterizó por su higiene, ahora está muy sucio, con acabadas en el piso de los laberintos y en las cabinas privadas, bollitos de papel higienico y pañuelos de papel usados para la precaria limpieza post eyaculación. Un calor asfixiante que nos hace transpirar y nos convierte en diferentes especies de monstruo del pantano.

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